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Ulises 😎

Josué

Hace unas semanas Josué y su familia cruzaron la frontera de EEUU después de esperar dos años en un campamento de migrantes en México. Su ingreso a EEUU no asegura que puedan quedarse en el país, pero al menos, hoy pueden dormir en una cama, en un lugar seguro.


Salieron de Honduras en 2019, en busca de protección por la violencia de las pandillas que los acosaban. “No salimos de nuestro país porque quisimos, nadie quiere dejar sus raíces… no le deseo a nadie todo lo que hemos pasado desde que salimos de Honduras”, dijo Yamaly, la esposa de Josué, en entrevista para el diario El País.



Cuando llegaron a EEUU, él, su esposa y sus tres hijos fueron de los primeros en ser devueltos a México por los Protocolos de Protección de Migrantes (MPP); un programa implementado por Trump con el que enviaron a México a más de 71,000 solicitantes de asilo a esperar su oportunidad.


Josué y su familia quedaron varados en la ciudad de Tamaulipas. Ahí el hondureño vio nacer un enorme campamento de migrantes de más de 2000 personas. Pero en la adversidad Josúe tuvo una gran idea: se compró su primer celular con cámara y empezó a contar en redes sociales lo que sucedía en el campamento.


Poco a poco se convirtió en el cronista del campamento, empezó a mandar sus videos a ONGs y periodistas. Sus videos y narraciones demostraron cómo se violaban derechos humanos en la frontera: de cómo su familia y el resto del campamento pasaron hambre, frío, sin baños, sin agua potable, sin techos… incluso grabó el parto de una mujer guatemalteca sobre la tierra del campamento.


Sus videos desmintieron las palabras de Trump, que acusaban a migrantes de criminales. En cambio, registró cómo el gobierno mexicano cercó el campamento con alambre de púas, impidiendo el acceso a periodistas. Sus videos se convirtieron en su arma, su defensa.

Así que después de batallar dos años con su teléfono, y con el plan de Biden de dejar pasar a todos los casos activos de MPP, Josué y su familia abandonaron el campamento e ingresaron a EEUU. Josué se grabó sonriente: “¡Nos acaban de dar la noticia de que mañana nos vamos la familia Cornejo Flores. Mañana salimos!”.


Hace unos días cruzaron el puente de Brownsville en Texas. Su admisión a EEUU no significa que su caso de asilo haya sido aprobado. Pero ahora puede pelear en condiciones más dignas, en una cama bajo un techo. Josué es un verdadero héroe.

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